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El conocer qué es un paradigma educativo y los tipos que se pueden presentar en el aula, permitirá al docente establecer estrategias para romper con ellos y detonar la práctica innovadora para hacer frente a los desafíos actuales de la educación.
Paradigmas educativos
Según el diccionario de la Real Academia Española, un paradigma es:
Teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que suministra la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento.
Los paradigmas, entonces, son un conjunto de hábitos y conocimientos adquiridos que se han transmitido de generación a generación sin dar oportunidad a la elección propia. Así, los paradigmas educativos se dan cuando el docente determina cómo compartir el aprendizaje sin importar el hecho de que cada generación aprende de manera diferente; esto, sin duda, debería obligar a romper paradigmas. Por otro lado, los paradigmas innovadores en la educación son una práctica pedagógica que permite un aprendizaje crítico y da lugar a un cambio real en el estudiante.
El paradigma usado por un docente impacta en el estudiante y a menudo determina si éste va a aprender o no.
Categorías de paradigmas
Los paradigmas educativos han evolucionado, presentando diferentes formas de impartir el aprendizaje y el saber, dando surgimiento a las siguientes categorías:
Paradigma Conductista
En éste, el profesor es el guía absoluto en el aula y se encarga de establecer los parámetros, normativas y herramientas a las que deben sujetarse los estudiantes sin opción alguna. La evaluación ya está preestablecida y no hay espacio para una retroalimentación, los estudiantes escuchan pasivamente amoldándose al patrón que el profesor ha establecido. Un ejemplo de este paradigma es el profesor que dicta conceptos y espera leerlos textualmente en los exámenes para determinar que el estudiante puede aprobar.
Paradigma Positivista
Este paradigma se apega a las leyes de la naturaleza y toma como base y único medio de aprendizaje al método científico, pues sostiene que todo cuanto se conoce es porque ya existe, por lo tanto, la realidad queda reducida a lo que es tangible.
Paradigma Cognitivo
En este paradigma el profesor actúa como sujeto activo del saber al servir de vínculo para dotar a los estudiantes de las herramientas necesarias para adquirir sus propios conceptos; esto además de tener como papel principal el ser transmisor de conocimiento.
Un ejemplo son los proyectos de grado donde el docente realiza la función de supervisor y guía pero es a los estudiantes a quienes les corresponde seleccionar el fenómeno y estudiarlo para obtener datos que pondrán al servicio de la sociedad.
Paradigma Socio Cultural
Éste contempla la influencia del entorno en el alumno y cómo sus experiencias determinan su forma de pensar obligándolos a tomar posturas, a defender criterios e incluso a cuestionar acciones.
Paradigma Constructivista
El profesor sigue siendo el guía pero se le permite al estudiante incorporar sus conocimientos pasados para integrar conceptos con mejores fundamentos y más entendibles.
Paradigma Humanista
Tiene un enfoque centrado en la persona, quien resalta un continuo empeño en el camino a la libertad potenciando sus habilidades a partir de la confianza y el respeto. Es decir, el estudiante se ve íntegramente desde un contexto sociocultural e histórico reforzando sus vivencias y su ambiente e impulsando los valores humanos.
Ideas para romper paradigmas educativos
Tanto empresas como instituciones educativas están en la búsqueda constante de una cultura innovadora donde las piezas clave son la diversidad y la prioridad por generar ideas nuevas. Por lo tanto, para poner en práctica una cultura de innovación en dichas entidades se requieren elementos importantes como incluir, comunicar, discutir, visualizar, planificar y negociar.
¿Cómo romper paradigmas?
Es posible señalar tres factores:
El primero es una mente curiosa y creativa, clave para ver situaciones en las que las viejas soluciones han perdido su efectividad y se impone experimentar con cosas nuevas.
El segundo es romper paradigmas al ir a contracorriente y hacer las cosas al revés de como dicta la tradición.
Finalmente, el tercer factor implica formar una masa crítica de entusiastas que propaguen un nuevo paradigma, lo cual demanda actuar con pasión, iniciativa, una tendencia a actuar, más que a esperar, humildad, escucha y experticia para proponer cosas que efectivamente funcionen.
Preguntas detonadoras para romper paradigmas:
- ¿Qué podríamos hacer exactamente al revés de como lo estamos haciendo ahora?
- ¿Qué solución seguimos aplicando, una y otra vez, a pesar de que ya se sabe que no funciona
- ¿Existe una manera completamente diferente de hacer esto?
Desafíos actuales en la educación
1. Incorporar nuevas tecnologías
Sin duda usar presentaciones electrónicas para presentar el tema del día es muy útil y adecuado, pero el docente puede ir más allá al utilizar y sacar provecho de las nuevas herramientas que brinda la tecnología. Ignacio Sánchez Díaz, Rector de la Universidad Católica de Chile, considera que la tecnología es una oportunidad que debe aplicarse en el aula colocándole "al servicio del desarrollo integral del estudiante".
Todo docente debería darse la oportunidad de conocer e implementar herramientas tecnológicas que le permitirán conducir a sus estudiantes al aprendizaje significativo.
2. Cambiar la forma de enseñar
El papel del docente debe superar el paradigma de ser transmisor del conocimiento acompañando al estudiante a que se apropie y transforme el conocimiento. Lo ideal es que combine tecnologías presenciales y virtuales, así como experiencias locales con experiencias globales, además de incorporar un enfoque interdisciplinario y multidisciplinario.
Jorge Iván Ríos Rivera, docente de la Escuela de Educación y Pedagogía de la Universidad Pontificia Bolivariana opina que la pedagogía actual es “saturadora y memorística”. Según comenta al periódico, El Colombiano, se debe “hacer real la integración de áreas y el trabajo por ciclos. Salirnos de la asignatura y lo tradicional”.
3. Promover la confianza y motivación del alumno
Adriana Patricia Arcila Rojas (Secretaria de Educación de Medellín. 2014-2015) considera que una de las tareas del docente debe ser brindarle confianza y motivación a su alumno en lo que aprende, así como en las metas para su vida. “El maestro debe enseñar a su estudiante a ser humano, a proyectarse y ser además un ejemplo para ellos. Tristemente, en varias instituciones esto es una materia de relleno”, explica.
4. Modificar los mecanismos de evaluación
Para Ignacio Sánchez, la innovación significa “soñar un mundo mejor para todos los habitantes”. En la educación, esto tiene que ver “con igualdad de oportunidades, adaptación a las diferentes características de los estudiantes, poner al servicio de la educación los avances y nuevas tecnologías, para un mejor desarrollo de la persona.”
Es claro que aún hay mucho por hacer para llegar a la práctica docente innovadora, pero se precisa que cada docente se interese en nuevas ideas, en la implementación tecnológica en su práctica diaria y con esto se puede tener un avance significativo.
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